miércoles, 26 de noviembre de 2014

El machismo esta en todos lados.

Hay mujeres haciendo cosas para defenderse, luchando para no dejarse anular.
luchando para sobrevivir, luchando para que sus hijas y nietas, no siendo victimas de los machirulos que sus ojos miran. ¿Y hablando de machismo donde están ellos?
A mis años, he visto de todo. 
Se que los peores machistas muchas veces están en las casas, si en el hogar de uno, con los hombres de la familia. 
Y si no como explicas que somos educadas de diferentes maneras, aún viviendo en la misma casa o no?
Soy la hija numero cinco, en una escuadra de doce integrantes. A mis sesenta y dos años, no olvido nunca, que yo tenia que labar la ropa de mis hermanos, a ellos les daban libertad de salir y a nosotras no. Nosotras aprendimos a cocinar para que atendiéramos bien al marido. Y me acuerdo de la María mi hermana que siempre peleaba con mi mamá. Ella montaba a caballo como una mona. Sus piernas eran largas y rodeaba al caballo y era increíble, como hacia los nudos y ya no se diga a la soga, parecía que el cable bailaba alguna danza.  

Solo eramos dos hermanas, la Maria y yo. María era la mayor, ella no se caso nunca. Estuvo jalando con Pascual y el desgraciado la violo una tarde cuando la fue a visitar.  Luego le dijo que no se preocupara que de todas maneras se casaría con ella.  Esa noche dormimos juntas, bueno no dormimos, solo estábamos acostadas, sus manos estaban heladas y sudadas. Lloramos y nos levantamos con los cantos de los gallos. 

La María no volvió a reírse, se desaparecía casi todo el día con su caballo y el cable. Pascual no volvió a llegar y nos contaron en la iglesia, que el Pascual había aparecido ahorcado en las riberas del río, que la espalda la tenia en carne viva, era como si lo hubieran arrastrado con un caballo. 

María y yo nos fuimos al río, bañamos al relámpago, lavamos la albarda y el cable recupero su color original. La corriente era fuerte y el caballo nos detenía y también se reía con nosotras. 

Hasta hoy después de cincuenta años, no se que le pasó a aquel Pascual. Me alegré pero me daba miedo todo aquello y María se estaba riendo dentro del cuartito donde el cura aquel pelón confesaba a la gente.  

Otro día te cuento otro poquito. 

Donde se fortalece el machismo? 

Silbale a tu madre es una campaña que me fascina, tienen que verla. www.silbaleatumadre.com

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