Aborto clandestino & ¿Gobiernos
asesinos?
La campaña
#unaflorparalas17, va en aumento. Esta campaña no es diferente a las que se
hizo no hace mucho tiempo y también en El Salvador. #Todas somos Miriam. Ambos casos relacionados con el aborto, estos
dejan en evidencia que las mujeres somos perseguidas por el estado, por los
señores que están sentados en los curules haciendo las leyes. Y esto solo por
citar casos particulares a los que me he sumado a las campañas.
Las normas
jurídicas no son congruentes a la vida humana, están pensadas para fortalecer el sistema
patriarcal. La confianza social en el real funcionamiento de la democracia nos
ha dejado en mano de unos asaltantes legales. ¿Son atracadores de derechos humanos?
¿Son asesinos legales? Con ley o sin ley el aborto no se detiene, cárcel,
muerte y anonimato es el escenario donde el aborto es clandestino.
Una ley para que
sea justa debe ser garante de derechos y no administradora o reguladora como si
de medicamentos se tratara. Parece que todo fin legal es hacer de los derechos
de las mujeres un gotario. Refiriendo únicamente a la leye escrita o código
penal, porque si me refiero a las prácticas culturales, tendría que ir contra todas
ellas por antagónicas, misóginas y de igual intención fortalecer el sistema
patriarcal. Tendría que referirme a las mujeres apedreadas, a la ablación, a la
administración del dinero en mano de los hombres, a la distribución de la
tierra, del poder, a la violación y secuestro de las mujeres como estrategia
militar. ¡Hay no, qué horror! Se me daña la mañana y la tranquilidad no llega,
todo está contaminado, como si de una pandemia se tratara. Solo me refiero por
ahora a la ley privativa que afecta mis derechos, que me anula como persona
y que me obliga a “cometer” supuestos delitos.
El código penal es
un unitario conjunto, ordenado y
sistematizado de normas jurídicas punitivas de un estado, en ello buscan plasmar
la facultad sancionadora de las mismas. Y estoy de acuerdo, es necesario el código
penal. Pero ¿Qué hace una ley que regula un útero? ¿Por qué el aborto en los
sistemas jurídicos? ¿Un proyecto de vida
es superior a mi vida ya existente?, ¿Que hace el estado en mis entrañas? ¿Por
qué las penas? ¿Qué me dice el código penal cuando regula mi cuerpo? ¿Somos
iguales ante la ley? ¿Quién vive y quien muere? ¿Quién puede y quién no? ¿Quién
persigue a quien? ¿Cuál es el concepto del estado sobre el cuerpo y la vida de
la mujer? ¿Leyes misóginas para garantizar la sumisión y dominio de las
mujeres?
Las preguntas me
persiguen, se me quita el sueño, la posibilidad de estar aquí en España, me
muestra un revés, parecido a aquel seis de octubre del dos mil seis. Nicaragua
penalizaba el aborto terapéutico y convertía el derecho a la vida de la mujer,
en un delito. Ahora las mujeres deben ingeniárselas para abortar, morir en el
intento o ir a la cárcel. Me queda claro que es el estado es el mayor promotor
del odio hacia las mujeres.
¿Telepatía o qué?
Nos conocimos la semana pasada andábamos
en el ambulatorio, ella cuida una señora y yo cuido a un señor, estamos a solo
tres puertas y las dos tenemos cuatro años trabajando aquí, pero solo una
semana de conocernos, intercambiamos número
de móvil. Una llamada suya, nos vimos en el bar, estaba el telenoticiero y
hablaron de la famosa Ley Gallardón. Sin más la mujer habló, “Cuando aborté, pensé
que era libre, por ignorancia me metí en las patas de los caballos, no en los
caballos de la finca de Santa Rosa en San Salvador, de donde vengo, me metí la
pata de los caballos del poder. En los caballos que me persiguieron, aquel día.
Dijo “Olivia” mientras nos tomábamos un café
con leche en el bar de Apolo de la calle de Marcelo Usera. - No les importó que
tuviera fiebre, que miraba diablos azules y que no pensaba en mí, pensaba en
mis cinco hijos que había dejado con la vecina, que no tenía para la comida,
que no tenía trabajo remunerado y que el padre de mis hijos es uno más de la
cadena de irresponsables, que solo me había dejado con la piña de chavales. Ese
día, aprendí que no era libre y que las
mujeres vivimos alucinadas con la dichosa libertad. “Todo los ciudadanos son
iguales ante la ley” ¡Falso, una mierda todo! ¿Qué parte del cuerpo de los
hombres es regulada? Hasta la constitución nos engaña y nos atropella, como se
ve que quienes la escribieron eran unos machos.
Me escape de la cárcel por los pelos. Me dieron permiso de ir baño, me corrí
por la puerta de atrás del Centro de salud y estoy aquí ya llevo varios años.
Soy interna y no tengo papeles. La he pasado mal pero todavía me arrastro, mis
hijas me esperan al otro lado del charco. Sus lágrimas eran gordas y se
deslizaban con gran peso hasta golpear sobre la mesa. – Sabe, me asusta esa
ley, este no es mi país, ni pretendo que sea, algún rato tendré que irme, ¿No?
me duele solo de pensar que aquí en Europa puede pasar eso. Las chicas jóvenes pensaran
que eso no pasara o que no es peligroso, eso es letal. Ojala que no pase. Su capacidad
de vivir una catarsis en mi cara me tomó por sorpresa, solo teníamos cuarenta
minutos para estar juntas y pasaron sin darnos
ni siquiera cuenta. Ya nos
veremos más seguido, sabemos que estamos a solo tres puertas.
La condena a las
diecisiete mujeres en el salvador, la penalización del aborto en Nicaragua, El
Salvador, Honduras, Chile y otros. Por decidir sobre sus cuerpos, son condenas desproporcionadas,
carentes de sentido común. Su aseveración proporciona mayor seguridad a un proyecto
de vida y no al de una persona ya existente, con derechos y obligaciones.
Su condición de ley, arrebata la libertad en todos
los sentidos, promueve la tortura subjetiva, el negocio ilícito del aborto
clandestino, baja las autoestima de las mujeres, practica el doble discurso, incrementa
las muertes de las mujeres o son feminicidios estatales?
Queremos leyes
justan proporcionales a la persona y dignidad humana. El aborto debe
desaparecer como figura jurídica del código penal, estas deben ser sustituidas
por leyes y penas para los estados que
no aseguren una educación para la vida, libre de dogmas y mandatos religiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario