Me acosté temprano, como a las once, había una lluvia increíble, deje la ventana
entre abierta para darle paso a su música. ¿La primavera es loca, a que si?
Aunque un vecino viejo como yo dice “abril, de aguas mil”. De la tierra mía, abril es el mes más
caliente, me encanta, sudo como una condenada
barriendo un horno. El canto de la lluvia me hace viajar a mi Esquirin querido,
imagino la locura de los pájaros migrantes de la mata de bambú.
Nada que ver con mi mundo, éste tiene cuatro estaciones, y
el mío solo tiene dos. Mi mundo es más caliente que el mismísimo diablo, aunque
tampoco conozco al satán ese. Pero como todos dicen que es recaliente, lo repito, pero no me lo creo. Yo conozco
diablos con caras angelicales, de cuellos y guantes impecables o dime que tú
has visto a ese otro diablo que nos han pintado y que aquí no hay una legión de
diablos “decentes”
Y me fui a la cama, después de ver el partido de Fútbol, y
no me preguntes quienes jugaban porque son una vieja rara, a mí no me animan
esas cosas. Me alegra la euforia de la gente cuando grita ¡Goooooooooooooool!
Creo que son felices. Este mundo es diferente, es especial, todo gira alrededor
del futbol y eso es grande, bueno dicen que es grande. Eso me recuerda los
cuentos históricos de los teatros griegos. El circo, la fiesta, el vino y la controversia dirigida por el grande. Claro,
siempre debe ser un hombre o de una mujer de bigotes.
Aquí sa gente no la pasa bien, escuchas cada historia en el
metro, y si me pongo a darle un céntimo a cada persona necesitada,
mis ahorritos se esfumarían en un día. Es
una tortura ambulante, esa gente no creo que tenga tiempo o ganas para ver el futbol o entrar al estadio o puede
que la tele tenga un fin terapéutico y quita el hambre? En el Esquirin, mi
pueblito, la televisión tiene la fuerza de un toro. Aunque debo reconocer que
en el campo la radio bate record, es mi favorita, tu puedes ir por el mundo,
haces de todo y no te tienes que estar estático en un solo punto. En el
Esquirin escuchan Palabra de Mujer, ahí me inicie como radialista apacionada,
haciendo un programa de denuncia de todos esos machos violentos. Algún rato tendré
tiempo de contarte.
Cuando le preguntaron a un niño que era lo más importante es
su casa, el respondió ¡la tele profesora! ¿y cuál era su mayor deseo? ¡Cambiar a
mi papá por la tele! Dijo sin pensar y vino un ataque de risas de sus amiguitos
en la escuela. La respuesta fue popular unos días. Y todas sabíamos que aquella
mujer salía corriendo, con sus siete hijos, en noches claras, oscuras, con
lluvias o en veranos de sábados y domingos. ¿La tele era terapéutica o anestésica?
El murió en la noche buena, cuando se disponía pasar el río grande, lo
encontramos como a los tres días. No se pudo velar como es nuestra costumbre,
pero se hizo una misa y el padre dice: “… Rogamos por el alma de Padro, y que
su espíritu este siempre al lado de sus hijos e hijas y su esposa… que descanse
en la paz del señor”
En dos ocasiones acompañe a Mila a denunciar al marido ante
las autoridades, él le dijo a los policías que no volvería a pasar, la segunda
le metieron preso y ella le sacó de la cárcel argumentando que tenía siete
hijos y esperaba otro, que quien le ayudaría a mantenerlos, paso el tiempo, el
no volvió a pegarle, y dejó de tomar hasta que el rio se lo llevó.
La tele, es algo común en la vida humana, es más cómodo? Mi
amigo el viejo de aquí, se alegra de los avances que hay en este país, “vez ya
casi salimos del trance que nos dejaron” eso es una noticia notable en la cara
del viejo, se alegró mucho cuando le subieron dos cincuenta céntimos, por la pensión.
Se ve el progreso en este país. Opina como la gente del Esquirin, tal vez la
rara sea yo.
A mi pueblo el celular o móvil como lo llaman aquí, llego hace como cuatro años,
que fiebre, que locura. Me compre un móvil que pesaba como un cuarto de kilo,
no me gustaba mucho la idea de que ese chunche se metiera en mi vida, pero superaba
la magia de mi pelota.
Mi celular se parecía más a un pequeño radio de comunicación
que a un móvil, me gustaba así de grande porque los números eran grande, ni
siquiera sabía que existían los táctiles. Recuerdo que la primera llamada me la
hizo Leandra, una vieja amiga, era emocionante y no paraba de reírme, era mi primera
llamada en mi pueblito. “ … Solo te llamo para ver si mi cel funciona, sabes
estoy encima de la pila abastecedora del agua, y solo aquí hay señal” unos días
después me contaron que había una piña de gente y que cuando se iban subiendo
la movieron y la señal se perdió.
No tenía ganas de salir de la cama, tenía la boca seca,
parece que haber dejado la ventana entre abierta no fue del todo acertado, pero
valió la pena. Una llamada de teléfono a las siete de la mañana y de un número
largo, su código 505 me indica que es de Nicargua. Me siento en la cama y lo
primero que pienso es en los temblores que hubieron hace poco, aprieto el
telefonito verde. Todavía no me gustan los táctiles.
- - Hola buenos días, soy Tibla y le estoy llamando
de Nicaragua, puede atenderme o le llamo luego?
- - Sí, claro que te atiendo, espérame un segundo. Me
levanto me pongo mis lentes, y mis pantuflas y busco un lápiz, no se para que ya lo tengo.
- - Hola Tibla, dime para que soy buena.
- - Usted es la Bruja Mensajera?
- - Si afirmativo.
- - Le llamo por dos cositas, usted escribió un artículo
“Xolotlan al acecho” relacionado con el gran canal interoceánico de los chinos.
Quiero aclararle que el Lago que se quiere joder es el Cocibolca, el más grande
de Nicaragua y Centroamérica, esos cabrones nos quieren desaparecer de esta
tierra. Pensé para mí, que razón tiene este hombre, me paso igualito que los
del Al Rojo Vivo. Mi GPS esta tonton realmente.
- - Me escucha?
-
Si, si claro que le escucho y muchas gracias por decírmelo, lo
bueno es que se puede corregir.
- - Hablando de corregir, también le llamo para que
nos eche una mano a bombear una campaña de respaldo a la población campesina,
al lago y todas las especies de flora y fauna. Estamos tan jodidos, que ¿no sé qué
va a ser mejor, la cura o la enfermedad?
- - Gracias Tibla, por tu llamada y pensaré en tu
propuesta, me gusta sabes.
La llamada se cortó , quería preguntarle porque donde vive,
porque se llama Tibla, no me suena de nada, y si vive en la ruta del canal interoceánico,
en el lago o que se yo. Ya le llamaré yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario