domingo, 20 de abril de 2014

Lo “normal, lo correcto y lo legal” es sospechoso.


Lo “normal, lo correcto y lo legal, es sospechoso” Del campo de dónde vengo, las mujeres no son diferente a las mujeres de Europa o de cualquier otro rincón de del mundo, todas nacemos de la misma manera. Bueno, no del todo ahora está de moda la cesárea, también en  mi país en desarrollo, ¿tiene algún efecto nacer sin esforzarse? No lo sé, pero eso ya es normal.
Lo normal y lo correcto es que un hombre y  una mujer sea pareja, y tengan hijos e hijas, que envejezcan hasta que se mueran, aunque a veces no se soporten, pero, lo normal y lo correcto es que se torturen o se muerdan a escondidas, que sean ejemplos para la sociedad y toda su descendencia. Aunque la felicidad de ellos se esfumo hace tiempo. ¿Lo normal y lo correcto es el aguante?
Es normal y correcto, que un hombre “corrija o cuestione” decisiones de una mujer, “él siempre quiere lo mejor para ella” es normal y correcto que las mujeres sean menos fuertes, valientes o atrevidas que los hombres.
Lo normal y lo correcto, es que solo hombres ocupen los puestos de poder, no lo dicen pero lo hacen, y que ese ha sido el mandato histórico. Aunque ahora esta poniéndose de moda las cuotas, asegurándose si que la que llega al poder obedezca a intereses de lo “normal y lo correcto”.
Estoy harta de estas palabras.
“Normal, correcto y legal” creo que toda las personas del mundo las hemos escuchado, en cada rincón de dónde vinimos y vivimos, ¿Quién no lo recuerda? Es normal que una niña o niño se vista con estas y aquellas ropas, se comporte de esta u otra manera, aprenda o haga esto o lo otro. El sistema de mercado diseña políticas que te obligan a caer en la trampa, a ellos no les importa el bienestar común, les interesa el capital económico, eso es lo correcto y lo normal. No importa que exploten, violen, sangren o maten a las personas que están detrás de las maquinas haciendo sus producto y en su mayoría son mujeres, porque hasta es normal y correcto que ahora haya feminización del trabajo y con salarios miserables, pagos en negro o en b.
Aprendemos en la casa, en la escuela como debe desarrollarse un hombre y una mujer, como debe de comportarse cada uno en el escenario que le han asignado.
Un anuncio en radio o televisión de detergente  o  cualquier producto, todavía sigue teniendo un contenido sexista, machista, discriminador y seguido de todos los roles asignados, que es lo que venden entonces, el producto o la propuesta subjetiva de seguir con lo “Normal y correcto”
“La mato, por amor” “crímenes pasionales” “ella lo perdonó en varias ocasiones” estos términos en boca de periodistas o de artículos de revistas o periódicos, son un insulto a la vista, y oído de quienes repudiamos la violencia machista.
Mi jefe tiene cierta edad, es una persona mayor, nació entre la primera y segunda guerra mundial, a él no le llama la atención la política, aunque debatimos sobre muchos temas que tienen que ver con ella. Uno de esos temas es el feminicidio, esta palabra no le gusta. Afirma que no existe, no es reconocida por la Real Academia Española,  le digo que tiene razón, si no se la doy de todas maneras él se la dará. Y también no le gusta feminicidio porque es una palabra que tipifica el delito como la muerte de una mujer, por la razón de ser mujer.
El debate no terminó, le di la razón, no quería que desmejorara su salud, a él solo le gusta el partido del orden. Este no existe, pero él dice que si hubiera orden habría paz. El orden que le gusta a mi jefe tiene intensa relación con lo “normal y correcto” Ese día terminamos viendo como todo los días una peli de vaqueros, donde sus protagonistas a estas alturas o todos están muertos o algunos ya están ancianos.
Lo normal, lo correcto y lo legal, ha clavado sus raíces en nuestras vidas desde tiempos antiguos, siempre quien tiene la razón o es mayor, o tiene poder. Estas prácticas morales se sustentan y accionan con insidia, alevosía y premeditación, emana sustancialmente del sistema neocapitalismopatriarcal. Si nosotras las obedecemos y las cumplimos al pie de la letra les aseguramos sus privilegios por los siglos de los siglos.

Cuando las mujeres empezamos a cuestionar el porqué de las cosas, podemos ver que todo o casi todo está contaminado y es desfavorable a nosotras. Te logras dar cuenta que la vida ha obedecido a esos mandatos “normales, correctos y legales”  y solo es posible cambiar, cambiando. No conozco otro camino. 

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